martes, 1 de febrero de 2011

¿De qué se trata? La fe de un tonto enamorado.

 Una vez me sentí perdido, desconocido y no era absolutamente nadie, pero, cuando te conocí te miré fijamente y me dí cuenta que serás mi salvación y luego te besé; descubrí que en tus labios puedo sentir los latidos de tu corazón... Esos que son dedicados a mí.

 Al tenerte lejos me doy cuenta que por ti hoy soy quien soy, tu imperfecto amor.

 Te confieso que quisiera entregarte mi vida, llenarte de rosas, componerte canciones, tomarte de la mano, escribirte poesía, llenarte de caricias, bañarte en mis besos y secarte con tiernos abrazos, realmente... Me fascina esto de ser de ti. Eres tú mi gran tesoro, mi única verdad y en ti se encuentra mi verdadera identidad; mi corazón lleva grabadas tus iniciales con una tinta imborrable y hace tiempo yo no creía en el amor, ni en el destino hasta aquella noche en la que nuestros pensamientos se envolvieron entre sí, y nuestras miradas se volvieron una... Una sola melodía en perfecta armonía conformaban los latidos de nuestros corazones locamente enamorados.


 Gracias por esa grandiosa noche, volveré cuando esté de nuevo a mi favor... Nunca olvides que desde mi cielo yo te quiero.

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